Mi oficio es contar historias: puedo hacerlo con el cuerpo, con la voz, con un libro en la mano o sin él. Mezclando palabras con objetos. Convirtiendo lo cotidiano en sorprendente. En teatros, en librerías o en festivales de narración oral o de artes escénicas. En la sala de actos de una biblioteca, en el patio de un colegio o en la galería principal de un museo. Narrar para bebés, para criaturas y sus familias; para adultos e incluso para aquellas personas que creen que los cuentos son cosas de niños. ¡Soy narradora oral!